Tsuna que habia pasado gran parte de su tiempo en la isla junto con Gaimon, había decidido que ya era hora de volver a Ohara su ciudad natal, durante todo este tiempo Gaimon y el, habían construido una barquita pequeña pero muy resistente y decidió marcharse cuanto antes. Antes de que se embarcara en el viaje, Giamon lo llamó y le dijó:
Gaimon: Toma estas espadas, son mi mayor tesoro y ahora decidó dartelas a ti, aceptalas.
Tsuna aceptó las espadas y con un fuerte abrazo se despidio de Gaimon y se marchó hacia Ohara.